Al final ha entregado 2.509 cartillas que le suponen un gasto de 12.500 pesetas, y ha ingresado un cuarto de millón. Si de Pío Baroja se decía que era hombre de mucha miga, por su literatura y por la panadería; de Lence se destaca su lucha contra el caciquismo y sus ayudas a la educación en Miranda, donde obtiene permiso para levantar una escuela.