Junto a ella no nos podemos dejar la igualmente encantadora farmacia de La Fuentecilla, otro establecimiento de sabor madrileño y al que merece la pena entrar para ver un ambiente de botica antañona. De lo que fue el Cine Toledo apenas queda hoy nada, estando en su edificio hoy instalada la Discoteca Shoko, en el número 86. Fijándonos en su contorno aún podemos imaginar los tiempos gloriosos del cine.