Y por cierto, en el extremo último de la calle Toledo, junto a las Pirámides, hay un coqueto jardincillo dedicado nada menos que a Doña Concha Piquer, con una pequeña escultura de cabeza de fauno o algo por el estilo. Si nos metemos por San Isidoro de Sevilla, a la izquierda, enseguida llegaremos a lo que fue el Campo del Gas, lugar de peregrinación para amantes del boxeo y la lucha libre hasta hace no tantos años, que tomó su nombre de la zona baja de los aledaños de El Rastro donde hubo una fábrica de gas (queda una torre de ladrillo de la fábrica en el parque que lo recuerda, equipacion barça de no muy recomendable visita).