Son cosas que se suelen decir de la Ruta Quetzal, y que al principio te crees, pero que luego ves que no tienen por qué ser ciertas, porque bien puede no afectarte en absoluto (conozco algún caso muy cercano), o tener otras experiencias realmente únicas e impresionantes (vivir casi 3 años en Japón). Le he dicho que le atara la soga al mediano suicida para que no se subiera al Alcázar y que cogieran el primer vuelo de vuelta.