Fueron varias decenas las que se asentaron en la Calle de Toledo, documentadas al menos desde el siglo XVI, como el Parador de la Torrecilla, en el nº58, el de Ocaña, en el nº62, el de Medina, nº88, el de la Gallinería, en el n.º 100, el de Monroy, n.º 105, de la Cruz, en el n.º 109, de Cádiz, en el n.º 111 y el Parador de la Estrella o de Lillo, en el n.º 115, la Hostería de la Aurora, en el nº60, la Posada de la Parra, en el nº64, de la Beltrana, nº66, de la Úrsula, en el nº92, de la Herradura, en el n.º 96, Posada de Pinto, en el n.º 83, de San José, en el n.º 99, el Mesón del Soldado, nº82-84, de la Acemilería, nº86-88, o de San Antonio, n.º 102, por mencionar tan solo los que daban a la propia calle de Toledo.