Esa fue la máxima de la selección teutona para lucir en el Mundial de Inglaterra, a mediados de los años sesenta, una nueva equipación, la cual tuvo cambios: las medias se vistieron completamente de blanco, al igual que la camiseta, pero esta vez desapareció el cuello ajustado con cordeles, para dar paso a un cuello más clásico, pero en dos versiones: redondo y modo V. Es decir, hubo dos versiones en cuanto al diseño del cuello de las camisetas.